Hemos Comido…en Bar Abel (Chelo & Quique) dos al precio de uno, cena de Navidad de amigos y segundo cena de Navidad de trabajo, dos pantagruélicas cenas.
Diciembre 2014.
Cena de amigos
En esta primera ocasión habíamos reservado y teníamos concertado un arroz con bogavante para seis, nos advirtieron que pidiéramos para cuatro pues las raciones son generosas y así lo hicimos.
De los seis comensales que éramos solo dos conocíamos el lugar, así que empezamos con una toma de contacto con un par de raciones, aunque sabíamos que al arroz era más que de sobra para cenar, pero éramos seis de buen diente y habia dudas.
Comenzamos con una de las raciones estrella de este bar: la croquetas, redondas de queso picón y alargadas de carne. Las de carne son espectaculares, todo sabor y bien cargadas de carne. Las de picón también son excelentes, pero a mi las primeras me vuelven loco por el sabor. Tocábamos a una de cada por barba y todos opinamos lo mismo, unas croquetas de diez.
También como aperitivo una ración de pulpo. Es la racion más cara de la carta: 19,50€. Es enorme, comimos todos y nadie se quedó con ganas de pulpo. Si vas solo no se te ocurra pedirla entera, pues no podrías con otra cosa. También opinamos que la ración era superior.
Pasamos al centro de la cena: arroz con bogabante o bogabante con arroz.mas bien esto ultimo. Yo comí tres platos y en esos tres platos calculo que me tocó medio bogabante. Un punto perfecto de arroz y el punto del bogabante también muy ajustado para ser un acompañante del arroz. Así todo el arroz incorporaba alguna almeja y algún langostino. Sobró muy poco pero sobró, algo inusual para los seis animales que somos comiendo y teniendo en cuenta que eran cuatro raciones. Una elaboración de gran calidad cantidad y muy recomendable.
Tres tomamos postre, tres tartas diferentes, todas caseras y en la misma onda que lo anterior, ración generosa buen precio.
En resumen, Abel no cambia, sigue por ese buen camino que tiene marcado: calidad, cantidad y buen precio, una buena atencion y en general una gran simpatía de todo el personal. Un bar de barrio de lo más acogedor
Cena de trabajo
En esta ocasión nos acercamos los compañeros de trabajo con la idea de tomar unas raciones. Todos sabíamos que para comer o cenar lo mejor sería compartir las raciones que nos oferta este singular restaurante caracterizado por su buen precio y la calidad de sus elaboraciones, todas de corte tradicional pero «guisadas con mucho amor».
Como en la anterior cena, comenzamos con unas croquetas y un pulpo. Por cierto, éramos once comensales. Hubo sentencia unánime: las croquetas estaban buenísimas y el pulpo, según más de un asistente, no lo habían probado mejor nunca. Tomamos dos raciones de pulpo y dos de croquetas.
Seguimos con dos raciones de albóndigas de pescado. Según mi sondeo de opinión, quitando de en medio a los que no las tomaron, un sobresaliente para las albóndigas. De estas tomamos otras dos raciones. Y seguido una ración de pimientos verdes rellenos de carrilleras, buenísimos. Otra de pimientos rojos rellenos de carne, pues había discrepancia sobre el tipo de pimiento a comer. Divididos entre los dos bandos también se decidió que los pimientos estaban de cine, bien los verdes para unos comensales y los rojos para los restantes.
A estas horas de la cena el personal comenzaba a desfallecer ante el tamaño de las raciones, lo bebido y lo untado pues la última tanda de albóndigas y pimientos no hacían otra cosa que incitar a hacer barcos en la salsa. En ello estamos cuando nos aparecen con dos fuentes de patatas fritas con gulas y gambas, cuatro huevos fritos por fuente, algo descomunal. Por cierto, patatas de las buenas, de las peladas a mano y bien fritas. La ración tenía un leve toque picante y estaba buena de verdad. En mi zona logramos acabar con ella, pero en la otra zona quedó más de media ración. Era una auténtica salvajada de ración, pero hay que reconocer que estaba bien buena.
Con unos pocos días de diferencia como era de esperar todo sigue igual y en la misma medida, buena atención guisos cuidados, buena calidad. El lugar como siempre BBB bueno, bonito y barato.
Por El Mule