Cata de vermúts Asociación de Sumilleres de Cantabria. La Quintinye, Vermutake, Friki, Becquer, Siderit y Barquero.
La presentación de los vermuts corrió a cargo de Alfonso Fraile, Philippe Cesco y algún que otro expontáneo que participó por su conocimiento de los vinos presentados.
La Quintinye Vermouth Royal Rouge:
Es un vermut que, con tan solo seis años en el mercado, puede considerarse uno de los triunfadores de este mundo del vermut debido a una buena campaña de presentación. De todos los que probamos es el que menos me gustó, pero es una norma general con los vermuts franceses, ninguno de los que he probado hasta ahora me agrada lo más mínimo. Este vermut está elaborado con una selección de 28 plantas y especias junto con una mezcla de vinos blancos y de Pineau des Charentes tinto. Al introducirlo en nuestra boca surgen ciertos toques a caramelo, vainilla, con un largo e intenso retrogusto que no me gusta nada, recordándome aciertos jarabes de mi infancia.
Vermutake:
Otra rareza elaborada por Destilería Esteban Araújo, bajo encargo y dirección de Santander 20 y Gelín e Hijos. Intenso en sabor a hierbabuena, es como tomar un vermut de Licor del Polo, pero sabiéndole conjugar con ciertos añadidos cambia radicalmente. Otra rareza genial.
Friki:
Elaborado por Philippe Cesco y Alfonso Sicilia. Este vermut ha sido elaborado a partir de fórmulas de 1850, adaptado a la actualidad, pero manteniendo gran parte de la esencia de los vermuts originales. Aromático, con estructura en boca, con un principio dulce, pasando rápidamente al amargor típico. Una rareza en el mundo del vermut por su base de vino rosado.
Becquer:
Vermut tradicional elaborado con vino de uva garnacha y plantas aromáticas del Moncayo y del Pirineo. Dos años crianza oxidativa. Bollería dulce, pasas y recuerdo de vino generoso. Buen amargor, frescor, intensidad en boca. Vinoso, largo. Un vermut para enamorados del buen vino con un gran sabor a regaliz, un vermut en mi línea.
Para la elaboración de este vermouth de Garnacha se ha rescatado una receta original que ya utilizaba el bisabuelo del actual enólogo, allá por el año 1890, ellos extraían el dulzor de la propia uva, sin añadir azúcares.
Siderit:
Elaborado en Cantabria. El Vermut Siderit reserva edición limitada es un vermut del que solo se elaboran 1000 botellas en cada producción, el vermut base se elabora con uva de pedro Ximénez y se macera con botánicos autóctonos durante 2 meses. Reposa durante 2 años en barrica de roble blanco nacional, lo que le da gran cuerpo y fuerza. Demasiado rastro de madera para mi gusto, pero en general un buen vermut que acompaña perfectamente durante el aperitivo.
Barquero:
Un vermouth andaluz elaborado con vino de uvas Pedro Ximénez de la Sierra de Montilla. El vino pasó por las tradicionales tinajas de la zona, en las que adquirió propiedades de su corta pero intensa crianza biológica.
Recuerdos de flor de sauco y toques cítricos de naranja. Notas a vainilla, canela, algo de madera y naranja. Muy vínico, con recuerdos de almendra amarga clásicos de la crianza biológica. Dulzor moderado. Mi preferido de la cata sin lugar a duda.
Pablo Gómez Abril, tiene una empresa que se llama OPENBAR y nos deleitó con una demostración de cómo elaborar combinados basados en vermut, que obviamente potencian el valor de un trago de estas características y de paso mejoran alguna de las cualidades.