Hemos Comido…en Ruiloba, ayer domingo nos juntamos 9 de la familia para comer cocido montañes.
Julio 2017. Uno del grupo conocía este sitio de hace mas de 20 años y fuimos a ver si seguía abierto. Indagué y reservé para las 3.30 ya que estaba completo.
Se trata de un restaurante-hostal en el centro del pueblo, junto a la bolera y la decoración es la típica de los pueblos de Cantabria, maderas nobles y piedra de sillería. Es el propio dueño quien hace de maitre y se encarga de coordinar el servicio, atender las reservas,etc
Bueno al lio: nos presento una carta que te adjunto y un menú con 5 primeros, 5 segundos y 5 postres por 18 €. Como el objetivo era el cocido montañés y estaba en el menú, pedimos todos menu
Salieron 7 cocidos, 1 de garbanzos con callos y una ensalada. Para ello nos sirvieron 2 pucheros generosos, pudimos tomar todos varios platos. Para el de los garbanzos igual, un perolo como con 5 raciones. El cocido estaba riquísimo, todos coincidimos, la berza en cantidad justa, la alubia muy suave y morcilla , chorizo y trozos de oreja o de otra zona del chon que le daban un punto muy sabroso. Los garbanzos con callos estaban buenos pero no estaban tan finos como las alubias. La ensalada muy generosa y el producto de primera. Para el primer plato quedamos super satisfechos.
Llegaron los segundos, albóndigas, filete con patatas, lomo con patatas, pechugas rellenas, escalopines. Las primeras , jugosas y una ración de 5 albondigas de tamaño grande con patatas caseras perfectamente fritas, una delicia. Las pechugas estaban rellenas de jamón, queso y aceitunas y cubiertas por una salsa de queso que fue oportunamente untada por generosos trozos de pan (lo peor de todo, sin duda). Los escalopines a la pimienta con salsa de queso estaban buenísimos, pero no se pudieron acabar, dada la tripada que llevábamos del cocido. Nos lo pusieron en un tupper. El plato de lomo con patatas lo formaban 4 generosos filetes superjugosos y riquísimos con su correspondiente ración de patatas caseras y por ultimo el filete con patatas que estaba un poco demasiado hecho, culpa nuestra por no avisar de quererlo poco hecho, una pena porque era una carne de primera.
En definitiva, comida casera , producto de primera calidad, el servicio muy amable y atento. Puntos a mejorar; el pan que era malísimo y cargarse el filiete por haberlo pasado de plancha y hacer una zapatilla ( culpa compartida por no avisar)…los postres, extraordinarios. La relación calidad – precio muy buena.