Puntual llegué a las 11h para la visita degustación de la bodega Paco y Lola, me hacía mucha ilusión porque era mi última actividad de vacaciones en Galicia.
Nos recibió una chica muy simpática en el Hall de entrada de las oficinas, nos indicó identificarnos en un papel y a continuación nos pidió seguirla para comenzar.
En primer lugar nos uniformaron con bata y gorro para poder pasar a las instalaciones, además nos facilitaron unas taquillas para poder dejar reloj, móvil, cartera, etc, por motivos de isos de máxima calidad que cumplen a rajatabla.
Tras acceder a los entresijos de la bodega y llevarnos a un patio exterior, nos comienza Laura a explicar toda la historia y el proceso de la bodega.
Es una cooperativa que la componen 426 viticultores, los cuales son propietarios de casi 2000 parcelas de terreno en el que se cultiva únicamente 100% uva albariño, y toda esa uva va a parar a esta bodega en cajas de 20kg de uva que a su vez pasan a otras más grandes y nada más entrar se las mide su graduación que suele oscilar entre 11 y 13°, nunca por debajo de la primera y se controla a que parcela pertenece y quien es el propietario.
Posteriormente se juntan en tolvas donde se van separando, con las ramas se hace compost, y de esta forma se devuelve a la naturaleza en forma de abono.
Constantemente nos insiste en la importancia del sistema de calidad y los certificados Isos. A su vez también destaca la dificultad de la logística tanto a nivel de terrenos como a nivel de transportar toda la vendimia de dichos terrenos.
Atravesamos todos los entresijos y maquinarias de todo el proceso, incluso hasta la sala de embotellamiento y embalaje; destacar curiosidades como que Paco y Lola no existen, ni hay una historia detrás, simplemente se buscó un nombre fácil de pronunciar en cualquier idioma para que no tuviera problemas a la hora de exportarlo, hoy en día está en 40 países más además de España, ha sido nombrado recientemente el mejor Albariño 2017 con lo que eso conlleva, que es la tercera bodega de Albariño y que producen y venden ya que sólo lo hacen bajo pedido, la friolera de 2 millones de botellas.
Finalmente llegamos a lo mejor de la visita, la degustación; consistió en 3 vinos, N°12, Paco & Lola y Paco & Lola PRIME, Y como un regalo nos dieron a degustar un licor de frambuesas que es el producto más caro de la bodega y del qué dicen es la mayor apuesta de los enólogos ya que se realiza con frambuesas silvestres, producto exclusivo y de máxima calidad.
Después de asistir a esta visita compré una camiseta y una botella de Follas Nuevas, un albariño según muchos de sus cooperativistas, el más rico y auténtico de todos sus vinos, todo por 17,25€, la degustación y la visita no me la cobraron a pesar de que en la web indicaban que eran 4€, supongo que fue porque compré o yo que sé.
Una oportunidad al alcance de cualquieraque te acerca a una apuesta original y auténtica que nació en 2007 en plena crisis, realmente una maravilla y que duren haciendo tan magníficos caldos.