Hemos Comido…en el restaurante La Vegana, unos segundos más de espera y nos vamos sin comer.
Enero 2012. Llegamos un domingo, día de rebajas, de hacer unas compras en un gran centro comercial del extraradio. A la salida, sin ganas ya de nada, decidimos acercarnos a La Vegana pues hacía bastante tiempo que no íbamos, y era demasiado tarde para ponerte a hacer comida.
Nada más entrar hubo un detalle que no me gustó nada, un horroroso olor a fritanga, pero no dije nada pues pensé «igual son cosas mias», me lo confirmó un niño que más tarde entro en el comedor diciendo «papa que mal huele».
La carta es extensa, pero impera el bote, embutido y precocinado. Habiendo incluso dentro de esta enorme extension un apartado de huevos fritos (típico de La Vegana), otro de pato y cocinados de cuchara, cosas del chon, revueltos, quesos y un largo etc.
Tardaron en tomarnos nota «un huevo y parte de la yema del otro» y de hecho tomaron nota y sirvieron a unos que entraron después de nosotros, pero se notaba que había confianza. En esta ocasión tengo una queja sobre quien nos atendió, de hecho ni te miraba a los ojos, ni te recomendaba nada, ni sabia lo que había en la carta ni lo que no había; tuvimos que cambiar dos de las tres raciones que pedimos y tuvo que ir y venir a cocina para comunicarnoslo.
En un principio queríamos unas alcachofas con bacalao, pero no eran naturales y las cambiamos por unas verduras a la plancha, y dentro de los segundos un revuelto de migas bacalao que no había y se cambió por un bacalao confitado.Y unas cocochas de bacalao con almejas, que tampoco había y hubo de ir y venir de la cocina para comunicarnoslo, aquí es donde le pregunto que me recomienda y me dice que no sabe, «hombre unos maganos», al final me decidí por ello.
Y al fin y tras una larga espera llegó el primero que era compartido: una parrillada de verduras, muy buena de punto y de sabor, nos gustó a los dos el tomate, cebolla, calabacín, setas, berenjena, refrito de ajos, esparrgos trigueros con virutas de jamon y piñones, en realidad las virutas de jamón eran taquitos, muy bueno.
De segundo y tras otra larga espera nos trajeron a la vez los dos segundos. Los maganos que pedí estabas excesivamente salados y muy hechos, no me entusiasmaron. A mi acompañante le trajeron el bacalao, dos buenas piezas de calidad, la fritaba que le acompañaba era de bote, pero estaba buena de sabor.
En resumen algo le falta al lugar: a parte de la presteza y profesionalidad espero que únicamente del susodicho camarero y por supuesto un buen extractor de humos.
Prosperidad 2 El Astillero 39611