Hemos Comido…en Adarzo en Casa Sampedro, con motivo del 11º Concurso Regional de Pinchos nos reunimos el jurado para intercambiar impresiones antes de la final y que no se nos pasara nada.
Junio 2014. Hacía bastante que no me acercaba a Casa Sampedro, el lugar sigue siendo una auténtica tienda de ultramarinos, o esa es la impresión que da y quiere dar. Comimos justo a la entrada del bar.
La carta es sencilla formada en su mayoría para compartir raciones. Ya habíamos tomado un aperitivo en la terraza, mientras entrabamos en materia y compartiamos nuestras experiencias, al poco de sentarnos nos tomaron nota y nos trajeron el vino.
Un rosado monovarietal prieto picudo originario de la población de Gordoncillo Castilla-León. Un vino de color frambuesa con reflejos violáceos con presencia de pequeñas burbujas, con una variedad de aromas frutales, en boca deja un ligero amargor propio de la variedad y de la técnica de elaboración.
En la elaboración de este vino se pone en práctica la técnica ancestral del “madreo” se añade al mosto en fermentación un 10% de racimos enteros . La fermentación intracelular que se produce dentro de cada grano de uva proporciona al vino más color, más estructura y finísimas burbujas de carbónico (aguja).
Comenzamos con un queso fresco con tomatucos y orégano. El queso estaba muy fresco y con el marcado sabor a leche de vaca que caracteriza a este tipo de queso. Un buen toque de aceite para el tomate, pero que acompaña perfectamente al queso. El orégano también acompaña perféctamente y eso que no soy muy dado a este tipo de especias. Una ración recomendable.
Continuamos con un provolone. El provolone es un queso italiano originario del sur del país. En Argentina y Uruguay, antes de la carne a la parrilla se suele consumir la provoleta que es la primera marca comercial de una variante argentina del provolone, pequeños discos (de 10 a 15 cm de diámetro y de 1 a 2 de grosor) que se cocinan hasta que se derriten directamente a la parrilla. Y esto fue lo que comimos, un queso derretido en la plancha, acompañado de algo de orégano, bastante bien.
Lo siguiente una fritura, croquetas. Las croquetas son algo que no me gusta pedir en un restaurante, por varias razones, la primera es que soy poco de fritos y segundo las verdaderas son el resultado del aprovechamiento de sobras y cuando voy a un restaurante no voy a tomar sobras, voy a que me cocinen (me pasa lo mismo con los embutidos, cuando quiero embutidos voy a la charcutería).
Mucha gente me dice que la calidad de un restaurante se conoce por sus croquetas y su tortilla, opinión que no comparto lo más mínimo. La tortilla siempre que este recién hecha esta buena y las croquetas, lo único que necesitan para estar buenas es paciencia.
Otra de las razones por las que no pido croquetas es por que debido al auge de estas, las empresas de congelados están haciendo el agosto. Una cosa es que yo las compre para mi casa y otra que me sirvan este tipo de comida en un restaurante.
En resumen, esta ración creo que eran de estas últimas, igual me equivoco, pero no lo creo.
Seguimos con canguro, bastante hecho, acompañado de unos pimientos de Padrón y unas patatas cortadas en formato chips, pero algo más gordas, muy buenas. Lo que no me gustó fue que lo acompañaran de un pimiento rojo frio de nevera, por muy de lata que sea no cuesta nada darle un paseo por la sartén. El canguro me resultó un poco insípido, no era la idea que tenía de esta carne, que solamente había tomado en otra ocasión.
Jijas, ya no me acuerdo de la última vez que pedí jijas, una ración que solíamos tomar en Tía María, un bar situado en Cañadío, ya desaparecido y que fue el primero que ofertaba estas raciones en Santander, una ración barata al alcance de los bolsillos de todo el mundo. Muchos recuerdos en un plato, estas estaba buenas, un poco más grandes habrían estado mejor, pero buenas.
Y por último una tabla de quesos que me sorprendió por lo bueno de todos los quesos que probé, muy frescos y muy sabrosos, en su mayoría quesucos de Liébana, un picón muy bueno, muy recomendable, acompañda de algun fruto seco y de miel.
En resumen, una comida a base de picoteo, una reunión de amigos y un buen rato compartiendo experiencias gastronómicas e impresiones.
Adarzo 94 Santander 39011 942321365