En Somo, con Juan Díaz Angulo, Antonino Andrés Velasco, Quique Pérez Malagón, Noelia Sánchez, Jesús Cuesta y Alfonso Fraile.
Los seis que nos permite Sanidad para catar unos vinos especialmente ricos, de una bodega COMENGE que va a dar mucho que hablar.
COMENGE VERDEJO
100% Verdejo. D.O. Rueda.
Es el vino blanco de la familia, cuya uva procede de cepas de más de 80 años asentadas en el típico suelo de canto rodado que se encuentra en la zona de Rueda.
Criado sobre sus propias lías por un período de entre tres y seis meses.
Nariz potente con recuerdos a hinojo y hierba recién cortada; anisados, hierbabuena.
En boca presenta una buena acidez, amplio, fresco y largo. Buen post gusto. Alcohol muy bien integrado.
Muy buen Rueda Verdejo, que se sale de los caminos trillados.
COMENGE BIBERIUS 2019
100% Tempranillo. D.O. Ribera del Duero.
Con crianza en barrica de roble entre tres a seis meses.
Comenge Biberius es la juventud, pura fruta, con una gran personalidad que le aporta el sutil paso por barrica. El naranja es su color, símbolo de la frescura, de la persistencia. La máxima expresión de la variedad Tempranillo en la Ribera del Duero.
De capa alta, bien cubierto. Nada más verlo dices “aquí hay vino”.
Nariz compleja, rica. Toque muy sutil a madera, muy leve. Fruta roja en compota; moras, ciruelas, pasas. Ese toque sutil de la madera ha redondeado mucho la fruta.
En boca es una golosina, con tanino dulce. Goloso. Una delicia. Justo de acidez, de paso fácil, redondo. Perfecto para tomar ya, no para guardarlo.
Nos evoca recuerdos al hollejo, a la uva del que está hecho. Una auténtica delicia donde no notas el alcohol.
COMENGE EL ORIGEN 2018
100% Tempranillo. D.O. Ribera del Duero.
Con una crianza en barricas de roble entre 12 y 16 meses.
Comenge El origen es una paleta aromática llena de matices, sedosidad, es una cuidada selección de la uva, es el equilibrio. El rojo picota es el referente en este vino, donde los aromas varietales se funden con notas tostadas, especias y balsámicos.
Rojo picota bien cubierto.
Sigue predominado la fruta en la nariz, pero bien equilibrada con los toques de crianza, de la madera. Notas tostadas, balsámicos con un fondo de hoja de tabaco negro.
En boca sigue siendo goloso, de tanino dulce y elegante. Con recuerdos al hollejo y un fondo de boca más duro que el anterior. Poca acidez, en su punto óptimo para beberlo.
Se nota mucho la misma línea de la Bodega en todos sus vinos; vinos de parcela, de terruño; donde lo que importa es la uva y todo lo que la rodea, el suelo, el clima, las levaduras y el respeto por la tierra de donde procede. En cultivo ecológico.
FAMILIA COMENGE 2016
100% Tempranillo. D.O. Ribera del Duero.
Entre 24 y 30 meses de crianza en barricas de roble usado.
Cubierto de capa alta, más color que el anterior.
En nariz sorprendente, vinoso; con la presencia de la madera en segundo plano a pesar de su tiempo de crianza. Especiado suave con notas de comino, clavo, tofe, cacao amargo. Frutas en licor. Nariz compleja y muchos lácteos a pesar de su tiempo de crianza.
En boca presenta un tanino dulce, sedoso, domado. Muy equilibrado. Vinoso. Todo suavidad y muy redondo. Como el anterior, no tiene apenas acidez, lo que nos presenta la convicción que es un vino para tomar ya, no para guardar. Y no veas cómo lo agradecemos.
DON MIGUEL COMENGE 2016
90% Tempranillo y 10% Cabernet Sauvignon. D.O. Ribera del Duero.
Entre 18 y 24 meses de crianza.
Don Miguel Comenge es el reflejo de la excelencia, ya que solo se elabora en las mejores añadas. La uva procede del Pago de las Hontanillas, una parcela en ladera de suelo arcilloso-calizo con muy bajo rendimiento, un kilo por cepa. Don Miguel es, como las tonalidades negras de su imagen, elegante, profundo y con gran recorrido.
Color rojo picota de capa muy alta. Tiene una nariz profundísima que se abre a multitud de registros: fruta negra, ciruelas, cassis, chocolate, notas balsámicas (regaliz, hinojo) muy propias del Tempranillo plantado en suelo calizo y un nítido fondo mineral. En boca tiene una acidez excelente y resulta agradablemente fresco, con cuerpo rotundo, amplio, haciendo gala de un tanino aterciopelado, exquisita madurez de fruta y una densa, concentrada y delicada textura en boca.
JACOBUS 2014
Cuando en 1999 D. Jaime Comenge pone en marcha su deseo de elaborar un vino, tiene una idea clara: la viña es el pilar fundamental del carácter y la personalidad de un vino y por tanto a ella hay que mirar en cada uno de los pasos del proceso de elaboración. Con esta idea, Bodegas Comenge ha creado una filosofía propia de elaboración, sustentada en la innovación y la investigación, para expresar de la manera más pura y auténtica posible el verdadero encanto de la viña.
Clima
La DO Ribera del Duero está sometida a un clima único en el mundo. Los largos y fríos inviernos hacen que el ciclo vegetativo de la vid sea más corto de lo habitual, un factor limitante en cuanto a la producción.
Suelo
La orografía es otra de las singularidades de esta zona que influye en cómo las condiciones climatológicas de cada añada afectan al viñedo. En la sección oeste donde se sitúa Bodegas Comenge encontramos gran variabilidad de terrenos que van desde los páramos, las cuestas, las laderas, las terrazas y campiñas, a lo que además es necesario sumar la orientación de las parcelas.
Viñedo
Bodegas Comenge cuenta con 32 hectáreas de viñedo situado en su mayor parte en las laderas de Curiel y Pesquera de Duero, entre los 780 y los 880 metros de altitud
Viticultura
El cultivo de los viñedos de Bodegas Comenge es exclusivamente ecológico certificado. Esto revierte directamente en el sabor de las uvas, de sus vinos.
Los rendimientos son pequeños: mantienen la cubierta vegetal, convirtiendo el viñedo en un jardín natural, en un ecosistema diverso que aporta equilibrio a la cepa y salud a nosotros mismos.
Los vinos nacen en el viñedo. La mano de su enólogo es importante, pero lo fundamental es no enmascarar el terruño, expresado cada añada de forma elegante y equilibrada.
La vendimia se selecciona a mano, primero los racimos y posteriormente la uva desgranada, de modo que al depósito sólo pasan las uvas perfectamente sanas y maduras. Son de nuevo las manos cuidadosas del hombre las que vuelven a acariciar las uvas.
Jacobus es su vino más exclusivo y original, la expresión más singular de sus viñas. En él se ve reflejado el intenso trabajo de reflexión e investigación que durante 19 años han desarrollado en torno la viña y a la elaboración, con objeto de dotar de verdadera identidad y definición a sus vinos. Como reza su lema, «De la tierra, su huella».
La vendimia se realiza exclusivamente a mano en cajas de 12 kilos, seleccionando cuidadosamente en bodega primero los racimos y posteriormente las bayas. Para la fermentación se emplea levadura propia, seleccionada, incidiendo en la filosofía de respeto máximo por el terruño.
La crianza se ha realizado en roble francés durante 42 meses. Durante todo este tiempo, el vino ha permanecido sobre lías puras de la misma levadura empleada durante la fermentación. El carácter protector de las lías ha permitido realizar toda la crianza sin adición alguna de SO2 (sulfitos) durante los tres años y medio.
Su especial técnica de elaboración ha logrado mantener intacto el carácter del terruño, dotándole además de una prodigiosa capacidad de envejecimiento en botella.
FAMILIA COMENGE 2016
100% Tempranillo. D.O. Ribera del Duero.
27 meses en barrica de roble francés nuevo (50%) y de un año.
Familia Comenge rinde homenaje a los grandes vinos de guarda de la Ribera del Duero. Si por algo se caracteriza la Tempranillo de este pago, llamado Los Ismas, es por su excelente capacidad de envejecimiento. Tras permanecer 27 meses en barricas nuevas y de un solo vino ha crecido en intensidad, elegancia, finura en boca y persistencia.
Capa media-alta, de color rojo picota con reflejos granates, brillante y muy limpio.
Nariz intensa y especiada. Destacan los recuerdos a regaliz, fruta roja madura, hinojo, hierbas aromáticas y sensaciones balsámicas. Asoman además esbozos de especias de roble, caramelo, vainilla y cacao.
De boca suave y amplia, pero sin ser opulenta, mostrando en todo su recorrido la gran calidad de sus taninos, muy finos y dulces. Aromáticamente resulta algo menos frutal y más especiado; encontramos de nuevo fruta roja madura pero también vainilla, caramelo, monte bajo y regaliz, aportando complejidad al conjunto. Postgusto intenso, muy largo y sedoso, dejando una sensación fresca que invita a beber.