Hemos Comido…en Casa Molleda en Pejanda, Polaciones.
Diciembre 2014. Hemos pasado el fin de año en Pejanda, Polaciones. Es la tercera ocasión en la que decidimos pasar los últimos días de año en este establecimiento dónde nos sentimos como en familia.
La familia Molleda se encarga de este múltiple negocio compuesto por una Posada, Apartamentos, Bar y Restaurante. www.posadacasamolleda.com. Ángel Molleda y Joaquina han dado paso a sus hijos Enrique, Joaquín y Roberto, los cuales se hacen cargo de estas instalaciones.
Pejanda es uno de los nueve pueblos de Polaciones, con unos 20 habitantes. En esta comarca hay dos eventos que sobrepasan a las demás fiestas, éstas son El Carnaval de Zamarrones, una festividad que se remonta a la época romana y tenía una finalidad purificadora en el cual los Zamarrones blancos y negros van por todos los pueblos para acosar a las mozas con sus saltos, salpicarlas con el “Zamárganu” y trovar las coplillas picarescas basadas en acontecimientos acaecidos en la zona. Se celebra siempre el fin de semana posterior al Miércoles de Ceniza. El día grande, en Pejanda, se nombra al “Zamarrón de Honor”. Este año, el Carnaval se celebrará los días 21 y 22 de Febrero. El segundo evento a resaltar de esta comarca el “El Encuentru” y gira en torno al Rabel. Profesionales y aficionados ofrecen sus Cantares y Coplas o como se dice por aquí “Rabeladas” en los alrededores de la Ermita de La Virgen de La Luz, pegada a Casa Molleda.
Llegamos el día 30, si bien los días que hemos estado aquí, el tiempo es despejado, la nieve y el hielo es la nota predominante por todos los lados y, a excepción de la carretera donde pasan varias veces echando sal, el manto blanco lo invade todo. Nos alojan, somos seis personas, en uno de los apartamentos de “La Escuelona”, en un edificio junto al bar y restaurante. Lo de apartamento es un decir, porque tiene más de 100m y está totalmente equipado hasta con el último detalle (libros, juegos y menaje completo), en total tienen cuatro. Tres amplias habitaciones, dos baños y un gran salón cocina, con una chimenea que no paró durante los tres días de estancia, pese a la calefacción. Como dicta el Eslogan de estos apartamentos “Aquí, lo único que está prohibido, es pasar frío”.
Una vez instalados pasamos al primer homenaje gastronómico de este final de año. Vamos a cenar a base de picoteo y en el bar, junto a la chimenea. Coca Colas, botellines de Cerveza y una botella de Coto acompañan a las raciones de Jamón, Borono, Torreznos, Croquetas, Chorizo y Queso Picón. Un buen comienzo por unos 50 euros.
Día 31 de Diciembre, después de correr la “San Silvestre Purriega”, hacer una mini ruta hasta Lombraña, comer allí (Reportaje de El Corral de Lombraña”), vuelta por pistas de montaña y el aseo correspondiente, nos tomamos un aperitivo con muchos de los Purriegos con los que pasaremos la Nochevieja el bar “Casa Molleda”-
Llega el momento de nuestra cena de fin de año. No hemos puesto en manos de Joaquina, matriarca de la familia y cocinera de las de toda la vida. El menú es el mismo que ha elegido para su familia, no queríamos nada especial y como en otras ocasiones, es lo ideal.
En el salón una mesa preparada al lado de la chimenea, con el pan de hogaza, el vino de la casa, refrescos, unos entremeses variados y Queso de la zona. Posteriormente, estos entrantes fríos se completan con unas Rabas y unos Langostinos. Los platos principales para esta noche son Cabrito y Cordero criados en casa y acompañados por Ensaladas de Lechuga, Tomate y Cebolla. Si los primeros estaban bien, estos segundos hacen que Joaquina demuestre que lo que hace mejor que bien, es cocinar los productos de su propia casa, tanto el Cabrito como el Cordero estaban con el punto perfecto no quedando ni un solo trozo en las bandejas, tengo que confesar que cuando nos dijo si sacaba algo más, me lo tuve que pensar dos veces (deciros que siempre que estamos aquí, el ofertar más cantidad, si recogen las bandejas o pucheros vacios, es lo normal).
La cena se remata con unas Torrijas Navideñas. Pedimos una botella de Cava y dejamos comer a la familia unida, pero eso sí, citándonos para las once y media.
Son las once y media. Bajamos al bar, ya hay un buen grupo de personas. Vamos a cumplir una vez más con una tradición peculiar de la zona. Esta es “Romper la Teja”.
“Romper la Teja” es una tradición que se trata de juntarse un grupo de Purriegos y acompañantes e ir a la casa de uno de los habitantes más ancianos de Polaciones para hacerle un pequeño homenaje. Se rompe una teja a los pies de su puerta, el dueño/dueña sale junto a su familia a la calle y junto a todos los presentes, se celebra el fin de año con las campanadas y comiendo las doce uvas de la suerte. En esta ocasión, subimos a Cotillos, el pueblo más alto de Polaciones y uno de los de Cantabria, con sus 1143m. Vamos a la última casa y compartimos la entrada del nuevo año junto a una anciana que vive en la última casa del pueblo y tomamos las uvas al toque de las Campanadas de la Ermita (otros años se toman al ritmo de un “Campanu de Tudanca” si en el pueblo que toca no hay Ermita con Campana). No es la primera vez que voy a romper la teja, pero es igual de emotivo y divertido a la vez. La noche continúa hasta pasadas las cinco, en muy buena compañía y en el bar con una música acorde a nuestra generación. Nochevieja perfecta!!
Primer día del año 2015. Pasado el mediodía subimos a Cotillos para hacer unas fotos de la Sierra de Peña Sagra, puesto que el día es perfecto y está totalmente despejado. Seguidamente tomamos un aperitivo en la terraza del bar, la temperatura agradable hace que la terraza esté repleta. Pasadas las dos y media entramos a comer. Al contrario que en Nochevieja, el salón de unos 50 comensales tiene muy buen ambiente, dos mesas grandes y otras dos de dos integrantes.
Sobre una variedad de diferentes platos y pucheros ofertados, la decisión final de hoy fue, Sopa de Pescado, la Sopa estaba espectacular, al principio parecía que estaba aderezado con Arroz o Pan, pero nada más lejos, una cantidad de pescado desmigado que hacía que cada cucharada invitase a la siguiente, los Espárragos, al igual que el día anterior en Lombraña, de gran tamaño y muy tiernos y los más jóvenes descubrieron los placeres de Casa Molleda cuando llegamos y decidieron comenzar el año con Borono y Croquetas Caseras, gran elección.
Para los segundos también muchas posibilidades nos decantamos por unas Chuletillas de Cordero con Patatas, los chavales siguieron con las especialidades y pidieron Jamón, para el resto, Potro Estofado, una Carne buenísima, con un sabor agradable y sorprendentemente jugosa y tierna, un plato el cual solicitaré en Casa Molleda cada vez que vuelva y sea posible, de lo mejor entre lo bueno, como siempre, una invitación a repetir, pero pienso en las dos horas que tengo de coche para volver y desestimo la oferta pese a desear lo contrario. Rematamos el banquete con una Tarta Casera de Chocolate y Galletas, Fruta Fresca y Helados. Cafés y chupitos cierran este impresionante fin de semana.
Picoteo, buen ambiente, deporte, senderismo, comida en Lombraña, cena de Nochevieja, “Romper la teja” en Cotillos, Cotillón entre amigos, Comida de Año nuevo y una estancia en “La Escuelona” perfecta. Quién supera esta oferta de la familia Molleda?
Os preguntareis cuánto ha salido este impresionante fin de semana? La factura de la estancia, dos cenas y una comida en Casa Molleda, para las seis personas, no llegó a los 500 euros.
Sentirse como en casa realmente no tiene precio, nos despedimos de toda la familia y nos emplazan para los días 21 y 22 para disfrutar del Carnaval de los Zamarrones.