Hemos comido…varias veces pero siempre a mediodía, hora a la que se ofrece un menú que les recomiendo vayan a probar, pero nos habíamos quedado con ganas de probar la carta.

 cerrado

Hemos comido…varias veces pero siempre a mediodía, hora a la que se ofrece un menú que les recomiendo vayan a probar, pero nos habíamos quedado con ganas de probar la carta.

Modestia, honestidad y profesionalidad son las armas que han llevado a este restaurante a ser un referente de la actual gastronomía cántabra. Una cocina basada en la calidad de los productos, el mestizaje cultural y una mimada puesta en escena de sus creativos platos, con una sorprendente repostería.

Especialidades: ensalada tibia de melocotón confitado y quesucos con aromas de canela. Coctel de verduritas de temporada e ibéricos al wok. Milhoja de escalopines de rape y pisto de la huerta. Rodaballo a la manteca de lima. Crujiente helado de chocolate con corazón de granizado de naranja

Tiene una carta muy apetecible, con platos que entremezclan lo clásico con toques de autor, con lo cual se nos hace difícil elegir, somos dos para cenar y optamos por el menú degustación.

Comenzamos con un aperitivo de paté ibérico y queso brie. Un mousse de foie, queso, acompañado con un almíbar y grosellas. El paté daba la impresión de llevar puesto mucho tiempo, pues estaba algo oxidado con un aspecto algo oscuro. Seguimos con ensalada de bacalao, con unos gajos de naranja, granada, hoja de apio, escarola, lombarda y una buena porción de bacalao, muy bien desalado, sabroso, y un aliño agridulce exquisito.

A continuación un crujiente de morcilla y croqueta de cecina. La croqueta va sobre un vasito y en éste, una crema de hongos, rica y sabrosa. La morcilla va colocada dentro de una pasta brick y la acompaña una salsa de piquillos con un punto de picante muy agradable.

El siguiente plato del menú fue mil hojas de calabacín. Llevaba calabacín, espárrago triguero, champiñones y queso gratinado.

Meli melo de Atún fue lo siguiente, dos buenas porciones de atún muy bien guisado, con un punto rosadito perfecto, y de guarnición canónigos, patata gratén y una salsa sabor perejil. Terminamos con brocheta de solomillo que, entre los trozos de carne, lleva puerro y piña y va sobre una salsa española, con un sabor extraño no nos gusto nada esta salsa.

De postre nos sirven una tarta de pistachos y kiwi, sobre un coulis de licor 43, ron y amaretto, muy rico.

Restaurante Fausto Santander

Restaurante Fausto Santander

Fernández de Isla, 15 39008 Santander 942236690

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