2012 Abril. Todo surgió a raíz de una conversación para comer con un amigo de toda la vida con el que no encontraba oportunidad para compartir una velada, a él se le ocurrió, pues trabaja prácticamente pegado a este lugar, es el dueño de Kitchen Splash Floranes, una de las mejores empresas dedicadas a montar cocinas en Cantabria.
Tiene una carta muy a lo gastro bar y a mi entender lo idóneo es pedir un menú gastro un buen recorrido por los platos mas representativos de la carta, y fue por lo que optamos. Pudimos comprobar que Koldo sigue haciendo su famoso Steak Tartar que tanto me gusta y que tanta fama cogió en los ambientes gastronómicos de nuestra ciudad.
Tal que amanecíamos con la siguiente noticia:
Después de semanas haciéndose de rogar y con los barcos amarrados a causa de los temporales, la flota del Cantábrico salió ayer y se topó con el pescado más cerca de lo esperado y de muy buena calidad. Ha sido la primera jornada de capturas, pero de gran provecho para la mayoría de los barcos de cerco que intervienen en la costera, ya que regresaron a puerto con las bodegas bien surtidas y su cotización en lonja estuvo por encima de los 3,5 euros el kilo. Un buen precio en primera subasta, aunque inferior al que esperaban algunos patrones porque se trata de un bocarte de 26/28 granos (piezas por kilo), ejemplares notables que pocas veces se atrapan en una costera.
Así que comenzamos con una hermosa ración de bocartes, muy buenos con un leve toque de calor y regados con un excelente aceite de oliva, separado en mitades, exquisita, con un tamaño buenísimo y un sabor excepcional como suele ser en los bocartes procedentes de nuestro mar Cantábrico.
Como bebida nos acompañó durante toda la comida una cerveza Alhambra. De segundo nos sirvieron media ración de tataki de atún, exquisito, algo diferente, nunca había probado un tataki igual a este.
A continuación nos sirvieron una lengua con una salsa similar a los callos a la madrileña, hacia mucho que no tomaba lengua y el recordar su textura me vinieron muchos recuerdos a la memoria, sobre todo referentes a la manera en que la hacia mi abuela y que no la he vuelto a probar, ella la hacia en vinagreta, exquisita. Esta estaba cocinada con una salsa similar a la de los callos, como es natural unte hasta acabar el pan, que sucumbió a la par que la salsa, muy recomendable esta plato.
Y por ultimo a mi acompañante le sirvieron unos langostinos con limón y puerros, que según el estaban exquisitos y a mi me sirvieron bacalao, la razón de servir dos cosas distintas es que a mi acompañante no le gusta el bacalao, El bacalao venia acompañado de unas verduras, esparrago triguero y guisantes, con un punto muy acertado, como el bacalao, una tajada muy limpia y en su punto, eso si pecaba un poco de sal, a mi entender preferible que súper desalado.
De postre tomamos un queso procedente de Zamora muy especial y que ya conocíamos de la anterior etapa de Koldo en LaSal. Venia acompañado de unas fresas confitadas y unos frutos secos, excelente.
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |