Volvimos el viernes día 7 de agosto a la hora del almuerzo a la Casa de Comida Tetuán.
En tan breve espacio de tiempo no ha cambiado nada. Esta vez éramos a comer tres y pedimos de primero pudding de cabracho, y albóndigas de bonito, nos advirtieron que la ración de pudding era bastante grande, decidimos al final pedir media, por lo que quedamos muy agradecidos, no hubiéramos podido con todo. El pudding muy bueno, suave y acompañado de mahonesa y unas tostas para untar, muy natural. Las albóndigas me sorprendieron por su composición eran mas parecidas a una bomba y con un buen sabor a bonito, me gustaron mucho, pues te explotan en la boca, siempre y cuando te la metas entera, y se desparrama todo esa sabor a bonito, muy buenas. De segundo yo pedí mollejas con setas, las mollejas en una salsa con sabor a setas muy buena, picadas muy pequeñitas, muy buen sabor un autentico representante de la cocina clásica. Mi hija pidió pollo al curri picante, antes de servir la preguntaron el grado de picante, opto por un grado tirando a saleroso, la gusto muchísimo pero no pudo acabar tamaña ración, el pollo picadito y súper limpio acompañado de un arroz y unas pasas, un plato riquísimo, mi mujer se pidió unos pimiento rellenos, estaban buenos. De postre repetimos brownie pues es de pecado, mi hija se pidió tarta de chocolate, la autentica tarta de cumpleaños hecha con galleta María borracha en capas y chocolate, muy buena. Si hemos tardado tan poco en volver, por algo será.
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Los dos ultimos descubrimientos carrillera de iberico, con una base de pure y una salsa de almedras y orejones, un plato para recordar muy recomendable, y el bacalao con pisto sobre cama de pure de patata, muy bueno el bacalo y el pisto excelente, otra de las raciones recomendables de este lugar, hacia mucho que no probaba este plato de bacalo pues en dificil de encontrar en los distintos establecimientos, un plato magistral.
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