Hemos Comido…en el anteriormente conocido como La Casona del Judío hoy en día conocida como Casona del Judío.
Junio 2012. Reunión de trabajo, comida cuatro comensales. No fueron sirviendo un menú degustación compuesto por anchoas, elaboradas en Cantabria con tomate y pan de cristal, lo cierto es que muy pocas anchoas he probado yo similares a estas, ya solo la presencia lo dice todo, un filete de bocarte limpio, claro, suavísimo de salazón, potente de sabor al pescado, carente del mas mínimo rastro de espina, una delicia, el pan bañado en su parte superior de tomate, la parte más noble de este carente de pepitas y piel y una rebanada de pan en la que priman los agujeros como siempre excelentes.
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Continuamos con uno pimientos, asados, acompañados de hinojo, escamas de sal y un aceite que era una maravilla, otro acierto de entrante, muy recomendable.
Siguiendo con el menú nos sirvieron un salmorejo, algo que me encanta, mucho más que el gazpacho y que cada vez que bajo a Córdoba me despacho a gusto con la, venia acompañada de jamón y unos daditos de tomate, muy bien hecho, muy bueno.
Continuamos con una ensalada acompañada de unos buenos espárragos y un buen atún, pero yo no soy muy de ensaladas, siempre me sobran.
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Y para terminar un risotto con setas, muy bueno, una de las especialidades del lugar es el arroz. De postre trufa excelente.
Del lugar poco mas de lo que he dicho a lo largo de este artículo puedo decir, es un sitio perfecto para cualquier tipo de velada debido a sus diferentes comedores. La cocina y los ingredientes son de lo mejorcito y el servicio muy atento sin atosigar. Merece la pena y volveré seguro.
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