Hemos Comido…en El Cenador, una comida de empresa donde nos reunimos ocho comensales en torno a una de las mejores mesas de nuestra gastronomía.

Volver a El Cenador siempre implica nuevas sorpresas, siempre hay cambios, en el mobiliario, en la decoración, en la carta, etc.

El Cenador de Amos Villaverde de Pontones Cantabria

El Cenador de Amos Villaverde de Pontones Cantabria

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Antes de comenzar con la parte más ludica y, por supuesto, gastronómica, he querido dejaros unas fotos de las instalaciones, que no dejan de maravillarme por mucho que lo visite. Como decía uno de los comensales: «Es que comer en un palacio es algo que no se hace todos los días». Podría ser una definición del lugar en base a sus instalaciones, unas de las mejor preparadas y lujosas para todo tipo de eventos lúdico-gastronómicos de Cantabria.

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El menú comienza con una serie de snacks, donde me llamó muchísimo la atención el trampantojo de pimiento y piñones.

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Buñuelo de bacalao y cococha. Se funde en la boca explotando como lo hacen los buñuelos, por supuesto con un gran sabor.

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Tomamos un menú esencia la mayoría de los comensales ya que uno de ellos tomó dos raciones. Toda la comida la acompañamos de un espumoso rosado de Raventos i Blanc, de nit rose, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, a todos nos gustó su acompañamiento durante toda comida.

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Seguimos con un niguiri de anchoa. Ya lo había probado en otra ocasión, pero sigue sorprendiéndome, hay que enrollarlo para comerlo. Ya solo la calidad de la anchoa merece la pena y las texturas y los sabores que combinan con el arroz hacen de él un niguiri atípico y potente en cuanto a sabor. Excelente.

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El comensal que no tomo el menú comenzó con unos caricos, una elaboración muy poco habitual y sorprendente con frutos de mar.

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Otra de las propuestas de Jesús es su afamado pincho de tortilla. Una deconstrucción de una tortilla española donde predomina el típico sabor a este elaborado y una textura completamente distinta a la tortilla habitual. Un bocado de diez.

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Otra de las propuestas de este menú es el perfecto de foie. Un plato que como su propio nombre indica es un foie perfecto, caramelizado, rezumando sabor a hígado y, por cierto, su nombre les hizo mucha gracia a uno de los coemnsales de origen chileno, pero cundo lo probró reconoció que el nombre es de lo más apropiado.

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Continuamos con un tartar de cachón. Fue de todo el menú la elaboración que más frío me dejó, estaba quizás algo falto de sabor.

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El comesal que comió fuera de carta tomó de segundo rabo de toro. Un clásico del lugar, que siempre está presente en la carta, lo cual no me extraña. Tengo un amigo que siempre que viene lo pide, no se cansa nunca de esta delicia. A mi, por cierto, me parece que es una elaboración magistral.

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Continuamos con un mero al horno que no desilusionó a nadie, ni a mí que no soy muy amigo de este pescado.

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Para terminar con carne un pichón asado con quinoa. Estupendo, con ese punto sangrante que habitualmente se le da a este ave. Este es el punto final de la parte salada de este menú, un menú completo en cuanto a cantidad y completo en cuanto a diferentes eleboraciones, dando un paseo por vegetales, pescados y carnes.

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A continuación el primero de los postres, cuyo objetivo es limpiar el paladar, centrado en el sabor de la mandariana, una interpretación muy particular de lo que puede ser un sorbete.

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Para terminar, chocolate en texturas, tofe y helado de café, un clásico de El Cenador y todo un acierto como final de menú.

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Para acompañar al café unos petit four muy especiales. Aquí sí que no puedo aportaros la nota pues yo era uno de los invitados y la velada se extendió hasta bien entrada la tarde con unas copas en el jardín.

Sigue siendo, sin lugar a dudas, una elección que nunca falla y un sitio donde siempre quedas bien con tus invitados. Como decía al principio, una de las mejores mesas de nuestra gastrronomía.

Por El Mule

Plaza del Sol S/N Villaverde de Pontones 39793 942508243 605887955

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