Hemos Comido…en Gaucho del Puerto, me acerqué tras la inauguración y cual sería mi sorpresa pues conocía la la mayoría de los presentes. 

Julio 2017. Yo jugé a rugby en el Estudiantes Rugby Club junto a la mayoría de mis mejores amigos, este equipo fue de los pioneros en Cantabria y terminó formando el equipo que a día de hoy es el Universidad. El Independiente era otro de los equipos que formaban parte del rugby cántabro, rivales pero siempre tuvimos buena relación, nos conocíamos todos y coincidíamos en muchos terceros tiempos.

El Gaucho del Puerto Santander

Alguno de sus jugadores nos entrenó, el presidente del Independiente durante muchosa años, Uko, estudió conmigo informática, etc…En fin, que me encontré con gran cantidad de gente a la que hacía un montón de años que tenía perdida la pista.

El Gaucho del Puerto Santander

El antiguo Segoviano ha sido reformado, de manera que se ha cambiado la barra de lugar, justo enfrente de donde estaba, de esta manera puede dar servicio desde la ventana a la terraza exterior, habilitando un comedor a la entrada, otro al fondo y el del primer piso.

El Gaucho del Puerto Santander

La oferta gastronómica se centra en la típica de un asador argentino, con una buena brasa y diferentes cortes de calidad, de diferentes razas poco habituales por estos lares.

El Gaucho del Puerto Santander

Se le hadotado de una brasa de las de verdad, donde se cocina la mayoría de la oferta y donde han logrado adaptar los cortes argentinos al gusto español, menos asado que al gusto argentino.

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

La carta tiene un claro enfoque carnívoro con algún guiño al pescado a la brasa, pero creo firmemente que han de centrarse en carnes de cierto nivel, cortes diferentes y brasa. Se encuentra dividida en apartados como de carne de acá y de allá, donde se encuentra la oferta más internacional, al fuego la clásica oferta de parrilla nacional, tradición argentina, ciertos cortes originarios de aquel país y pescados a la parrilla.

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

Comencé tomando un empanadilla argentina. La masa de la empanadilla resulta similar a un hojaldre pero sin levantar, crujiente y en capas, de tamaño generoso, rellena de carne y verduras, acompañada de una salsa de chipotle, demasiado suave para mi gusto, algo más picante habría estado de fábula. Me sorprendió y me gustó.

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

Continué con todo otro clásico de la cocina parrillera, el chorizo criollo. Bastante bueno aunque resulta difícil encontrar un chorizo extraordinario de estas características, muchos se asemejan más a salchichas que al criollo verdadero, para mí su exponente más universal lo he encontrado siempre en Galicia donde existe una gran tradición de este tipo de chorizo, y suele resultar menos especiado, con bastante carne, la grasa justa y el corte más grande, no que resulte un puré. Este que me sirvieron resultó estar bastante bueno, pero un poco pasado de cocción, la óptima para este tipo de chorizo, pero yo soy de criollo más al dente; nos encontramos en un asador argentino y los puntos de cocción, siempre que haya un argentino al mando de la brasa como es el caso, van a pecar de bastante hechos. Aún así me gustó el chorizo.

El Gaucho del Puerto Santander

El Gaucho del Puerto Santander

Para terminar este menú, una picaña. La picaña es carne de vacuno, de la de siempre, pero lo que la hace diferente es el tipo de corte, típicamente brasileño. En Brasil existe desde antiguo la tradición de cortar este pedazo separado del resto. Este corte se encuentra en la parte posterior de la espalda, teniendo cada vacuno dos picañas, una a la derecha y otra a la izquierda.

El Gaucho del Puerto Santander

Jugosidad y sabor sin igual. Es, a mi entender, la carne perfecta para hacer a la parrilla por sus cualidades extraordinarias, muy agradecida, la hagas como la hagas sale bien. De forma triangular, está cubierta por una capa de grasa que le confiere parte del sabor. A esta en concreto se la adivinaba un notable punto de maduración, sabor, tamaño y buen corte, muy buena y la acompañaban unas patatas fritas como para comer dos. Me encantó la ración, por cierto, con un excelente punto de cocción, a mi gusto.

El Gaucho del Puerto Santander

El comensal de al lado (un amiguete que me encontré, Chusja) me permitió fotografiar las mollejas al limón que preparan, con una pinta bastante atrayente, otro día las probaré.

El Gaucho del Puerto Santander

Precio bueno, muy buena atención. Recuerdos de un pasado deportivo en torno al balón ovalado y muchos amigotes en torno a una mesa. «I’ll be back», al más puro estilo Schwarzenegger.

El Gaucho del Puerto Santander

Por El Mule

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio