Hemos Comido…en el restaurante de Esther Álvarez y Tomás Fernández donde el producto ha pasado de extraordinario a casi excepcional.

Los pescados a la brasa ratifican la  meticulosidad en la selección de géneros y en las hechuras. La elección depende del mercado, por lo que conviene dejar carta libre al parrillero.
Esther guisa con grandes conocimientos. Las croquetas merecen el sobresaliente, por corteza y relleno, con una bechamel, muy trabajada, increíblemente delicada y el jamón entremezclado con un poco de huevo. Especialmente jugosa la yema de huevo de corral con purés de patatas y zanahoria, pimientos asados, aceite. Aunque parezca increible por estas tierras el bogavante tibio con una exquisita vinagreta ilustrada con la esencia de la cabeza del crustáceo y una brunoise de tomate y cebolla. Immejorable el plato de fritura, kokotxas y merluza, ambas rebozadas con un velo de huevo. Otra opción, rebozadas y confitadas. Tambien tiene algo que decirnos los chipirones, bien con cebolla confitada o en salsa negra con tomate. Exultantes las manitas de cabrito a la riojana, que superan con creces a las de cordero, tiernas, fundentes, exquisitas, realzadas por una salsa de tomate, choricero, chorizo, jamón, de vicio.
El cardo, los espárragos, las pochas con pimientos y zanahoria, la asadurilla, los sesos de lechazo rebozados con rebozuelos u otras setas de temporada, callos y morros de ternera y las lechecillas son otros testimonios de una culinaria tradicional impregnada de actualidad y un evidente buen gusto.

 

 
 
 

 

Plaza Félix Azpilicueta 1 6360 Fuenmayor 941450044

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