Hemos Comido…en Plató Castellana, es el nuevo gastrobar del cocinero Pedro Larumbe, que ofrece tapas creativas y originales cócteles en un ambiente sofisticado.

Está situado en pleno paseo de la Castellana, a medio camino entre el centro financiero y la zona comercial más exclusiva de Madrid, y a escasos metros del restaurante que el propio Pedro Larumbe dirige en el ático del centro comercial ABC Serrano.
Según declara el prestigioso chef, en el nuevo local «prima un diseño moderno y diferente, con iluminación y música regulables en función de la franja horaria». El espacio cuenta con amplios ventanales y una coqueta terraza a pie de calle. Su diseño, obra del prestigioso estudio de interiorismo de Mariví González, apuesta por una línea de vanguardia que destaca por su elegancia en tonos (blanco, negro y rojo) y materiales (predomina el acero inoxidable), así como por la originalidad de los detalles. En este sentido destacan una moderna cocina a la vista, pantallas gigantes de plasma por toda la sala, una gran cristalera a través de la cual se puede ver el plató de Intereconomía TV y, para los ejecutivos de la zona, un ticker continuo sobre la barra que muestra información bursátil. Tanto el mobiliario -con mesas altas para picotear entre horas, bajas para las comidas y cenas, y tipo lounge para las primeras copas de la noche- como su iluminación -a base de leds y halógenos de colores- están pensados para ofrecer distintos ambientes en función de los diferentes momentos del día y de las apetencias del público.
En el terreno gastronómico, Plató Castellana apuesta por una reinvención creativa pero sensata de las tapas y raciones de siempre. Productos fácilmente reconocibles por el público y recetas clásicas son la base de una puesta en escena sorprendente e innovadora en la que el chef juega con insólitas formas geométricas, texturas inimaginables y colores muy vivos. Para acompañar el picoteo cuenta con una selecta carta de vinos y espumosos servidos por copas, destilados de las mejores marcas y originales cócteles.
La idea es la de un bar de día que gradualmente se convierte en un local de noche, bajando la iluminación y cambiando la música del lounge al house muy suave.
El público que pretende captar este nuevo gastrobar es de nivel alto, amante de las nuevas tendencias gastronómicas, con un punto moderno y sibarita, que se mueve por gastrobares, terrazas de hoteles, restaurantes y discotecas con reservado VIP.
La carta de El Plató es tan variada y flexible que permite tanto un picoteo informal como pegarse un homenaje a base de un primero, un segundo y un postre. Para empezar, se ofrecen entrantes desde los más clásicos, como ensaladilla rusa, croquetas y témpuras variadas, verduras frescas del día o patatas bravas y ali oli, hasta otros más elaborados como arroz con bacalao al Ajoarriero, “plató” de tomate, aguacate, salmón y frutos secos o huevos asados con espuma de patata y chistorra. Entre los pescados destacan los taquitos de merluza rebozada en salsa verde, los chipirones con mojo verde o el pulpo a la gallega. En la oferta para carnívoros conviven ibéricos frescos como la hamburguesa, la pluma de ibérico con pisto o la carrillera estofada con setas, con propuestas de lo más exóticas como cordero al curry o confit de pato al casis. Y para terminar, delicias clásicas como tarta de manzana, mouse de arroz con leche o torrijas. Todo ello, se ofrece en forma de tapas, raciones y medias raciones y a un precio más que atractivo. Para acompañar el picoteo, cuenta con una selecta carta de vinos y espumosos servidos por copas, destilados de las mejores marcas y originales cócteles por menos de 8 €. Además, por las mañanas ofrece tés, cafés y bollería artesana.
Éramos cuatro y decidimos picar de todo, pedir unos platos y comer en conjunto. De primeros pedimos ensaladilla rusa, croquetas, tempura de verduras y patatas ali olí. Todo estaba bueno pero no para tirar cohetes, bueno sin más, eso sí, la presentación era espectacular. De segundos decidimos ir a la comida carnívora tan de moda ahora de ibéricos frescos, pedimos dos hamburguesas de ibérico, dos de pluma ibérica una de carrillera estofada y una de chipirones con mojo, estos segundos si fueron más en la onda de Larumbe y más de nuestro gusto, a mí me encantaron los chipirones, la pluma y las carrilleras. De postre hicimos lo mismo, pedimos tres raciones y las compartimos, arroz con leche, torrijas y delicias de manzana las dos que yo comí, me gustaron muchísimo el arroz no lo probé pues el arroz con leche no me gusta nada.

 

 

Paseo de la Castellana, 36 28046 

Etiquetas del articulo

Compartir

Categorías
Scroll al inicio