Hemos Comido…por primera vez este año 2011 en Casa Toni, la verdad es que esperamos repetir cuanto antes mejor.

Enero 2011. Llegamos demasiado pronto, para variar. Habíamos pasado por Haro para comprar un vino blanco que nos gustó bastante en la visita anterior y que no encontrábamos en todo Logroño, Corona de Cvne. Luego nos enteramos que es un vino que solo se produce si se dan unas características específicas en la cosecha. Así que llegamos antes de tiempo a la comida y nos dimos un paseo por San Vicente de la Sonsierra, subimos hasta lo más alto del pueblo donde se sitúa el castillo y la iglesia. Desde arriba se tienen unas vistas magníficas del valle donde se puede observar el rio Ebro y las viñas. También nos encontramos con una entrada a una bodega de nombre Cantabria, no me pude resistir a fotografiarlo, primera foto de la izquierda. También pudimos observar unas chimeneas que salían del suelo, a mi entender deben de ser chimeneas de las bodegas, pues pudimos observar la entrada de una de ellas abierta.

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Nos encontramos a la entrada del restaurante con Mariola, con quien estuvimos charlando un rato, sobre todo de la situación del sector a raiz de la crisis y de la influencia de la ley anti-tabaco en los clientes. Muy negativa para el sector y sobre todo influyente en la sobremesa, uno de los más importantes añadidos de la gastronomía y que generaba gran cantidad de ingresos.

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Nada más sentarnos nos tomaron nota, Mariola nos sirvió un vino de su elección Lagar de Pangua 2007 un vino de autor muy bien seleccionado y del que pudimos disfrutar a lo largo de la comida de una manera muy somera debido a  la necesidad de coger el coche para volver a casa. Un vino de un color rojo cereza intenso bastante frutal y aterciopelado, nos encantó.

El lugar sigue igual que hace un año, perfectamente cuidado y con una mantelería, cristalera y cubertería impecable. El personal resulta de lo más amable y agradable, en lo referente a estos términos no ha habido cambios todo sigue en la misma onda.

Al poco de pedir nos sirvieron unos aperitivos de bienvenida, un helado de remolacha, este no lo conocía pero resulto de mi entera satisfacción, un helado con un sabor cien por cien a remolacha, acompañado de un aceite  de maridaje perfecto con el helado. Cuajada de guisantes, la cual sigue igual de exquisita que la recordaba. Una croqueta, hecha de una sutil y frugal bechamel, muy fina y con un marcado sabor a sopa de gallina o por lo menos a eso me recordaba mi paladar. Tengo comprobado que a lo largo de La Rioja existe una gran tradición en lo referente a las croquetas, pues están disponibles en todos los restaurante que se precien. Y por último un crujiente de queso de cabra, un bocadito al que no puede atribuírsele otro adjetivo que increíblemente rico.

Comenzamos compartiendo unas sardinas marinadas acompañadas de huevas de arenque sobre ajoblanco, en la visita anterior nos las ofrecieron como aperitivo y nos gustaron tanto que esta vez no pudimos resistirnos a la tentación.  A mi acompañante no le gustan nada las sardinas, a mi sí. Pero estas en concreto le encantan, el suave marinado de la sardina conjuntado con el sabor del ajoblanco y el fuerte sabor de la huevas de arenque, acompañadas del helado de aceite de oliva generan una melodía de sabores indescriptible, el plato hay que probarlo, para mí es uno de los muchos platos estrella de esta casa.

Como empezaba la temporada de la alcachofa también compartimos unas alcachofas con callos de bacalao. La verdad es que yo me esperaba unos callos de bacalao guisados como callos tradicionales y las alcachofas cocidas y compartiendo salsa con estos, pero el plato fue al revés. Marcaba el sabor de la alcachofa y los callos compartían su salsa, una delicia, no me defraudó lo mas mínimo. Otro de los grandes platos de este maestro de la cocina riojana.

Y pasando a los segundos yo me decidí por la chuleta de vaca a la brasa. La chuleta era un buen trozo de carne, muy limpia y entreveteada, muy bien de maduración y en un punto de brasa perfecto para mi gusto. Me costó acabarla, de hecho no tomamos ninguno de los dos postre, no cabía más en el estómago. La chuleta venia acompañada de unos pimientos muy sabrosos y de unas patatas panadera con un poquito de cebolla también muy ricas, un acierto de plato.

Mi acompañante como cada vez que viene a este lugar pidió las codornices escabechadas, le encantan y a parte de lo bien hechas que están el aspecto del plato es espectacular, así como el tamaño de ración.

En resumen, en nuestra tercera visita al lugar Jesús sigue sorprendiéndonos con sus guisos, todo sigue en la misma línea que en las anteriores visitas, la relación precio-calidad es de lo más recomendable así como el servicio. Seguiremos volviendo cada vez que podamos.

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Hemos Comido…en Casa Toni por segunda vez en lo que va de año, aprovechando un viaje de compras de conservas a Chisco en Lodosa. Si en la visita anterior pensábamos que «nadie que pase por la Rioja debería perdérselo» en esta ocasión pensamos que es de «obligatoria visita».

2010 Febrero. En esta ocasión éramos cuatro a comer, llegamos justo a la hora convenida pues ya veníamos de retirada a Cantabria con el coche cargado, y habíamos reservado de antemano, mi intención era sorprender a mis acompañantes, grandes conocedores de la rioja, a la vez que gastrónomos de amplia trayectoria, también dentro de su conocimiento entra el aspecto vinícola, yo ni puñetera idea, además posee una muy buena reserva de caldos en su casa, de hecho eligió el vino. Ya de entrada no conocían el sitio y quedaron maravillados al observar la bodega a la entrada y lo magnifico de las instalaciones, era algo que no esperaban en este pueblo de la Rioja.
Comenzamos con unos aperitivos de bienvenida consistentes en cuajada de guisantes algo que nos dejo a todos atónitos, un autentico sabor a guisante fresco, acompañado de sal Maldon y con la textura de una cuajada, fresquito, una muy buena elección para empezar.
Le siguieron unas sardinas marinadas acompañadas de huevas de arenque sobre ajoblanco, otro aperitivo que nos dejo atónitos, ninguno de los presentes es gran admirador de las sardinas y sobre manera mi mujer, pero el marinado de la sardina era perfecto, le acompañaba que ni pintado el sabor de las huevas y el ajoblanco le envolvía en el suave sabor de este gazpacho malagueño, otro entrante de diez.
Compartimos dos raciones, a modo de entrantes, una de carpaccio de solomillo de vaca muy bueno, acompañado de un aceite, que no logre determinar su procedencia y que al final se me olvido preguntarlo, que le inundaba de sabor y queso espolvoreado que acompañaba perfectamente a la carne, un plato muy recomendable.
Y otra de las grandes sorpresas milhojas caramelizadas de foie todos esperábamos la típica milhojas de hojaldre, y al verlo nos quedamos un poco boquiabiertos, hasta que lo probamos, eran una serie de pisos compuestos por foie y manzana, caramelizado en la parte superior, con una presentación magnifica y un sabor apabullante, un plato sorpresa de lo más recomendable.
En los segundos mi mujer tomo codornices escabechadas pues la vez anterior se quedo con ganas y quería un plato para ella sola, seguían igual de magnificas que la vez anterior.
Yo tome manos de cerdo rellenas de foie, un plato cargado de sabor, las manos perfectamente deshuesadas a modo de recipiente del foie acompañados de una salsa muy sabrosa que hacían un conjunto digno de mención e incluso debería declararse patrimonio de la humanidad, para mí el plato estrella de la velada, aunque hubo más de una discusión sobre este tema, pues a todos nos pareció lo mismo en lo referente a cada segundo plato.
Mi cuñado tomo asadurilla de cordero con huevo cocinada a baja temperatura, una cosa que no invita mucho por su aspecto, pero que cuando lo pruebas cambias de parece, de hecho lo comentamos a la salida con Mariola y nos dijo «Es una guarreria que me encanta», con una salero como pocos son capaces de decir estas cosas.
Mi cuñada tomo muslitos y pechugas de codorniz sobre boletus, su parecer acerca del palto fue el siguiente, «Hacia mucho que no me sorprendía tan gratamente un plato en un restaurante».
El vino que nos acompaño fue un Marqués de Riscal reserva de 2.004, que por lo menos a mi me encanto y al resto de los comensales también.
De postre compartimos  laminas de pera caramelizadas, muy bueno, y pastel caliente de avellana, de los dos postres el mejor.
El servicio como siempre de lo más atento. Y el precio se nos hizo muy bueno.

Con el cafe nos sirvieron unos bonbones rellenos impresionantes y unas cocadas tambien muy buenas, los bombones la verdad es que me sorprendiron, una capa blandita de chocolate externa y otra capaliquida interior, algo delicioso.
En resumen tras tres semanas de diferencia no ha habido cambios, quizás a mejor pues hemos ampliado el numero de platos probados y no sabríamos decantarnos por uno en concreto, pues todos son espectaculares. Después de una corta velada estuvimos hablando un rato con Mariola que nos conto la evolución de esta lugar a lo largo de casi cincuenta años y que nos mostro el interior de la bodega, si tienes ocasión visítala. Nos estuvo contando que por lo problemas de alcohol a la hora de conducir, que ya la gente no suele beber vino, pero que si lo que quieres es pasar una velada sin preocuparte por los riesgos del alcohol puedes reservar habitación en el hotel distante, nada veinte metros propiedad de otro de sus hermanos.

Segunda Visita 2010 Casa Toni Febrero

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Cuajada de guisantes

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Sardinas marinadas acompañadas de huevas de

arenque sobre ajoblanco

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Milhojas caramelizadas de foie

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Carpaccio de solomillo de vaca

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Codornices escabechadas

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Asadurilla de cordero con huevo cocinada a baja temperatura

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Muslitos y pechugas de codorniz sobre boletus

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Manos de cerdo rellenas de foie

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Laminas de pera caramelizadas

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Pastel caliente de avellana

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Pastelitos cafe

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Hemos Comido…en Casa Toni claro exponente de cocina riojana donde se aúnan tradición y vanguardia un lugar «perfecto» en todos los aspectos, cualquiera que pase por la Rioja no debería perdérselo. 

Enero 2010. Era nuestro adiós del fin de semana en La Rioja y no teníamos muy claro dónde ir pues casi todos nos pillaban a mano. Total que decidimos ir a Casa Toni, el nombre me recordaba a un tío mío de nombre Antonio y originario de La Rioja, también muy cachondo, total que en su memoria decidimos acercarnos. Reservamos pues era domingo y a las dos nos acercamos dispuestos a probar sus delicias. El local, de los últimos que he visitado, es el que más me ha gustado en cuanto a diseño con diferencia, hasta los baños son diferentes, en ellos hay una pila de piedra de lo mas rustica y bonita. El personal como en toda la  comunidad encantador y amabilísimo, dispuesto a dar explicaciones en cualquier momento y siempre servicial. El problema de este lugar es decidirte a pedir, pues la carta es de lo más atrayente y dentro del buen número de platos que incluye tienes todas las opciones disponibles desde unas tradicionales patatas riojanas al más elaborado de los platos. En lo referente a la carta de vinos es impresionante la cantidad de referencias y la presentación, a la entrada del restaurante, formando una cámara de acero y cristal a mi modo de ver las cosas preciosa con una capacidad de unas 1700 botellas. Dividido en dos comedores uno de fumadores y otro libre de humos, cuenta a su vez con un comedor privado.
Una vez sentados y ya habiendo decidido nos ofrecieron un aperitivo de bienvenida consistente en crujientes de queso trufado una cosa deliciosa y frugal a la vez, lo metes en la boca, impera el fuerte sabor del queso y el crujiente se te deshace en la boca, nos encanto el comienzo. Nos sirvieron el pan donde había cinco panes diferentes donde elegir, todos recién horneados.
El primer plato consistió en una ración de codornices escabechadas, esta ración fue compartida y servida individualmente, ración mas que generosa, la verdad es que yo no soy mucho de aves, pero a mi mujer le encantan, no me arrepiento, la codorniz de lo más jugoso, acompañada de verduritas también escabechadas, y de diferentes clases de tomates dándole un tono colorista de lo mas atrayente, el sabor como en contadas ocasiones he probado en un escabeche, un toque de vinagre perfecto y acompañado de un aceite también de lo más llamativo, un plato a recomendar  y una ración muy pero que muy generosa.
De segundo tome papada de ibérico sobre puré de manzana acompañado de cigalitas, un mar y tierra de lo más original, la papada al toque perfecto, crujiente por fuera y jugosa por dentro, con la grasa bastante consumida, el puré de manzana le daba un sabor diferente pero acompañaba muy bien a la mezcla de papada y cigalas, acompañado de una ensalada colorista, otro plato muy recomendable y una ración generosa.
Mi acompañante tomo de segundo chuletillas de conejo empanadas al refrito de ajo, presentado como unas chuletillas de lechazo y con un toque de fritura perfecto, bien doraditas por fuera y jugosas por dentro, también acompañadas de una ensalada similar a la del plato anterior. Le encanto el plato.
De postre compartimos un pastel meloso de queso fresco con tofe frambuesa y galleta de leche condensada, una delicia, algo vaporoso, no exento de sabor, con una textura en la que se diferencia una zona donde impera la lecha condensada y otro influida por el queso, un postre muy recomendable, Tomamos café que nos acompañaron de unas pastas de cortesía.
Debo hacer mención a la carta de tés donde hay unos cuantos donde escoger.
Al final de la velada estuvimos hablando un buen rato con Mariola, que se nos confesaba lectora dominical del mulecarajonero.com, pero que nos situaba en Madrid, a todas luces una persona encantadora y de conversación amena, donde nos explico un poco la evolución del Casa Toni. A la hora de pagar, el precio se nos hizo correcto incluso tirando a bajo, este restaurante fue la buena sorpresa de este viaje a la rioja, la pena es que se encuentra un poco a desmano de Santander, si estuviera un poco más cerca podría contar con nosotros como habituales. El sitio es recomendable en todos los aspectos.

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Hemos Comido…en uno de nuestro viajes anuales a La Rioja a cargar el coche de viandas para el resto del año en este restaurante situado en San Vicente de la Sonsierra, lindando con la Rioja Alavesa.

Está situado en una vieja casona que, en el 2008, Jesús y Mariola hijos de los fundadores han remodelado totalmente en su interior. Decoración totalmente vanguardista, impactante con algunos detalles. Para empezar nos trajeron unos crujientes de queso trufado, que estaban muy bien.
Tenía ganas de setas así que pedí unos hongos que estuvieron muy bien de sabor y de tamaño y bien hechos sin quitarles su gusto cosa rara pues en la mayoria de los sitios se pasan haciendolos. También probé menestra de verduras tradicional casi obligatorio en estos lares, rebozada excelentemente. Tome un gazpacho de cerezas y langostinos excelente, y tambien de lo que compartimos de entrada probe el carpaccio de solomillo de vaca que estaba perfecto, lo unico que tenia algo de sabor a oregano, pero muy bueno.
De segundo Tomé pichón deshuesado al tomillo con hongos y vinagreta de avellanas, el sabor del pichon sublime y eso que me liaron para pedirlo pues no soy muy de pajarracos. Tomaron tambien bacalao en dos salsas muy bueno por lo que dijeron, lomo de atun con salsa de soja y mano de cerdo rellena de higado de pato a dos salsas que si probe y me parecio buenisimo.
El postre crema de arroz con leche requemada con helado de canela el helado insípido, la crema de arroz parecía un ladrillo, en cambio un pastel meloso de queso fresco con tofe de frambuesa muy bueno, la sopa de yogourt que probe tambien estaba a la altura esperada. En general un sitio recomendable, el precio dentro de lo esperado.

Zumalacárregui, 27 26338 San Vicente de la Sonsierra 941334001

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