Hemos Comido…en La Cigaleña, la razón es muy simple: ¿Donde comerias con una sumiller de reconocido prestigio? Caben dos posibilidades, una donde solo tengan vino de la casa, y dos donde tengas una de la vinotecas más importantes de nuestro país.

Noviembre 2016. Este es un paseo por diferentes vinos a lo largo de una comida compuesta por tres menús de la casa; fue una pena que no estuviera Andrés Conde ese día, pero su hermano Juan y el personal de sala nos hicieron disfrutar a lo grande con un buen desfile de vinos y viandas.

La Cigalena Santander

Comenzamos con un Bourgogne 2013. Un vino genérico elaborado por Benjamin Leroux para Bodega Cigaleña y embotellado en mágnum a partir de viñas de Meursault. Fresco, delicioso y de marcado sabor, un Borgoña blanco buen acompañante de prácticamente todo.

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Como comienzo de comida unos dados de salmón, un toque de wasabi y ya está, no hace falta más.

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Continuamos con unas verduras al dente. Una conjunción de verduras muy justas de punto, aportando todo el sabor de una verdura hecha así. Olé por la elaboración.

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A partir de aquí cambiamos a un Viñaspre Tentenublo Xérico 2015. En el tinto Xericó encontramos Tempranillo y Viura. El vino fermenta de manera espontánea en tinas abiertas de acero inoxidable, para realizar la fermentación maloláctica y su crianza en barricas de roble francés durante 6 meses.

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Con el Rioja vinieron unas fabes, una fabada. Hacía bastante que no caía un fabada de buen «talante» entre mis manos, y ciertamente que es un cocido bien rico siempre y cuando esté bien hecho, y este lo estaba.

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Danjou-Banessy Supernova 2015 (Rosellón).  El blanco Côtes Catalanes es un vino blanco producido todavía en los viñedos de Languedoc-Roussillon, viñedo suroeste de Francia, más precisamente en la región vinícola de Roussillon. 

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Corvina al horno con toque final de plancha. Producto y tiempos justos, otra muestra de clasicismo en la cocina.

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Cambio antes de comenzar con la pularda, La Pousse dór Chambolle-Mussign Borgoña Tinto. Color rojo ciruela y frambuesa aromas que se conservan en nariz, en boca es de cuerpo medio, con sabor a roble que le da demasiado sabor a madera para mi gusto.

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Pularda es el término que se refiere más a un procedimiento de cría de gallinas para uso gastronómico que a una variedad de gallina propiamente dicha. Tiene su origen en el francés poularde, de poule, gallina en francés antiguo. Esta gallina resultó ser todo un triunfo dentro del menú, aun tomando un trozo de pechuga resultó sabroso y potente, un guiso muy tradicional y gustoso.

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Con el postre una especie de sidra con un pronunciado sabor a manzanas asadas que conquistó mi paladar, no sabía si estaba tomando manzanas asadas de postre o tomado un líquido, curioso y goloso.

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Con el postre un espirituoso, Hors D’age Fine Bourgogne.

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De postre coulant de chocolate y avellanas con helado de maracuyá. 

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Para acompañar al cafe.

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En fin, resultó una comida interesante, echamos un poco en falta a Andrés pues le habríamos acaparado para nuestra mesa, pero todo se andará.

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Por El Mule

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