Restaurante Cadelo Santander, esta vez en el comedor de arriba

Hemos Comido…en Cadelo en su última ubicación, en la que anteriormente ocupaba La Vaca Pasiega.

De celebración del cumpleaños de mi hermano. No lo conocía, así que aproveché a llevarle, a sabiendas de que nunca defrauda, y menos en una ocasión como esta.

Restaurante Cadelo Santander

Si no pido las gambas exploto, está claro que me encantan y estaban como siempre de buenas, al otro comensal le gustaron tanto como a mí.

Restaurante Cadelo Santander

Para continuar con unas zamburiñas al Bloody Mary. Son algo que ya me tiene harto y que no pido nunca, pero a mi hermano le gustan y como se ha pasado media vida embarcado no tiene oportunidad de tomar lo mismo que el resto de los mortales, se ciñe a los repetitivos menús del barco. Para mi sorpresa de esta manera la zamburiña está buenísima, y lo mismo le pareció al otro comensal. 

Restaurante Cadelo Santander

El codillo confitado es otro de mis platos favoritos del lugar, algo que compartimos y eso que habitualmente nuestro gustos son bastante dispares, pero a lo largo de la comida pude comprobar que en esta ocasión coincidíamos bastante.

Restaurante Cadelo Santander

El codillo se asienta sobre un rico puré de patata al estilo Robuchon, con su agradable toque de mantequilla, acompañado de pak choi.

Restaurante Cadelo Santander

Para terminar, una lasaña coreana de la que también repetía y de la cual no me canso, es un plato efímero aunque no lo parezca, pero cargado de sabor muy sutil, con setas y carne. Me continúa chiflando.

Restaurante Cadelo Santander

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Para terminar tarta de queso al horno y fresas con nata.

Restaurante Cadelo Santander

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Cadelo ha cambiado de sitio, pero no ha cambiado sus buenas costumbres, lo tengo claro.

Restaurante Cadelo Santander

Por El Mule

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