Hemos Comido…en Ronquillo, sin tiempo prácticamante para comer, ya que había que trabajar después y aún no tengo la capacidad de plegar el tiempo y el espacio.
Llegué a Ronquillo a muy primera hora, pero ya lo tenían todo reservado, así que me senté en la mesa de la entrada y Ceci enseguida me cantó lo que había fuera de carta y el menú. Empecé tomando un aperitivo de bienvenida con el que ya me habían agasajado en otras ocasiones, un blini de pimentón, huevas de trucha, mostaza picante y escabeche de perdiz, y que siempre me llama la atención ya que el escabeche es de diez y el conjunto está de vicio.
Últimamente David se nos ha puesto ha hacer algún que otro pan y hay uno en concreto que me encata, la torta en aceite.
Jamón de pato y croqueta de cocido. POR FIN una croqueta de verdad, hecha de los restos del cocido y con sabor a cocido, una maravilla.
Tartar de bonito con espuma de limón y helado de madarina. Época de bonito, marinado o más bien salado con salsa de soja, una suave espuma de limón y un sabroso helado de mandarina, también muy suave para no esconder el sabor del protagonista, el bonito en esta época estaba en pleno apogeo.
Hamburguesa «burger-cangre-burger». Me hizo mucha gracia que a la hora de pedir Ceci me recomendara para terminar una «burger-cangre-burger», y así se quedó, como en la famosa serie de dibujos animados Bob Esponja.
La hamburgeuesa no tendrá la misma fama que la de la serie, pero debería. Carne buena de verdad, buen punto, acompañada de tomate artesano (de la casa, nada de keptchup), servida con una mostaza a la antigua, con pan de verdad, una rodaja de tomate de los alrededores y unos pepinillos. Está para chuparse los dedos de principio a fin.
Para mí una de las razones más importantes a la hora de calificar una hamburguesa es el pan, esos pseudopanes con sabores dulces, que están presentes en la mayoría de los establecimientos, me horrorizan, para mi gusto se cargan un bocadillo de estas características. De hecho agradecería que en algún sitio las sirvieran con un buen pan de barra.
Quien me lo iba a decir, comiendo una hamburgesa en Ronquillo, digamos más bien que gozando una hamburguesa en Ronquillo.