Hemos Comido…en El Desván, pensado a última hora y a modo de despedida de las vacacionse de Semana Santa.

Las despedidas siempre son tristes y más cuando se acaban unas vacaciones, de modo que nos despedimos a lo grande con una buena comida en casa de Mame. De entrada nos sorprendió con unas croquetas aptas para celiacos que estaban de chuparse los dedos, y eso que era la primera vez que las hacía, mi acompañante se quedó boquiabierta con esta fritura.

Restaurante El Desvan Santander

Tomamos un menú de fin de semana, 25€ por comensal, el menú es una barbaridad de comida, cuesta terminarlo.

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Hacía bastante que no tomaba lacón, y cortado así, como si fuera jamón york, no lo había tomado nunca, pero de todas  formas me gustó bastante; prefiero la textura más gorda habitual, pero estaba muy bueno.

Restaurante El Desvan Santander

Ensalada con frutos secos y queso de cabra gratinado, muy bien aliñada por cierto. 

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A continuación unos caricos. Viudos, como se preparan, con un buen fondo de verduras y la alubia cocinada poco a poco. Un lujo de alubia cántabra que Mame prepara de maravilla.

Restaurante El Desvan Santander

Para terminar mi acompañanate tomó secreto ibérico. Muy de su agrado, según me hizo saber, acompañado de una patata asada.

Restaurante El Desvan Santander

Y yo huevos fritos de Carlos, de la Granja Anero, con jamón y patatas. Uno de los manjares más básicos y cena durante muchos años de cantidad de españoles. Ni que decir tiene que resultaron todo un acierto.

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De postre para mi acompañanate celiaca, milhojas y helado.

Restaurante El Desvan Santander

Yo terminé con mousse de chocolate blanco.

Restaurante El Desvan Santander

El precio, el del menú, ni más ni menos.

Restaurante El Desvan Santander

Por El Mule

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