Hemos Comido…en Selaya, no es una plaza donde haya mucho donde elgir, pero hay un lugar que destaca sobre manera: Trastévere.
El Trastevere es uno de los barrios más agradables de Roma. Su aire bohemio y tranquilo es capaz de encandilar a los turistas, mientras que no deja de atraer a los asiduos ciudadanos romanos.
Desde la entrada al local se respira tranquilidad y amabilidad, estas dos cualidades se ven reforzadas con una cocina con dos vertientes, una clásica y otra con cierto toque de modermidad.
En mi anterior visita salí con una sonrisa de oreja a ojera, por lo que en esta segunda venía con ideas precondebidas.
El albergue resulta una fusión perfecta de clasicismo y modernismo. Un lugar muy interesante y con una gran impronta de calidad, en la zona pasiega estamos acostumbrados a tener una cocina tradicional, con un pequeño margen de maniobra, pero aquí esta característica se diluye. Productos de toda la vida con un toque diferencial y siempre con novedades.
El lugar lo regentan Rubén y su pareja, esta última de origen gallego. Y como todo gallego una enamorada de su tierra, su manera de comunicárnoslo es haciendo una apuesta por los vinos de esta comunidad, en esta ocasión me ofreció un Godello muy especial de la zona de Valdeorras, A Coroa.
A Coroa presenta un color brillante amarillo verdoso cargado de luz, notas muy florales, flor de sauco y un leve final vegetal con aromas sutiles de frutas maduras como la pera y manzana. Su entrada en boca es potente, donde se marca el carácter de un godello fresco y estructurado con una magnífica acidez, su final es persistente con un ligero toque mineral y un sutil amargor.
Comencé con un aperitivo de bienvenida de patata rayada, salicornia y boquerón de Santoña. Un comienzo que deja claro su diferencianción con el resto de locales de la zona. Muy sorprendente la textura de la patata acompañando al boquerón; apostando por el producto de proximidad y temporada.
Me llamó la atención el pan, muy crujiente, era de la panadería Avín, está a la salida de Selaya en dirección a Vega de Pas. Un pan que me gustó mucho, de corteza crujiente y miga compacta, pero con alveolos.
Burrata, tomate cherry asado y anchoa. El tomate cherry asado y burrata de calidad, pimiento de mercado muy bien asado y unas anchoas de Santoña sabrosas, de textura tersa, sin espìnas ni carga de sal. Una delicia de entrante, una ensalada diferente con ingredientes alta calidad.
Alcachofas con bacalao. Al pedirlo pensé que la protagonista del plato sería la alcachofa, pero resultó que no. Así todo el plato fue un espectáculo. Un pil pil que había que cortar a cuchillo, un bacalo desalado lo justo y sabroso, se deshacía en láminas perfectas por el punto de cocción, y las alcachofas blanditas y con el gran sabor que las caracteriza; los dos ingredientes conjuntan a las mil maravillas.
Tataki de vaca pinta. Una maravilla. La carne tostatada en el exterior pero cruda en el interior, sabor a raudales, brutal. Justamente hecho como un tataki y por tanto servido para comer a temperatura ambiente. La ración era muy generosa, para dos que éramos de sobra. La sal porta el sabor justo en cada momento, ya que se encuentra dispersa en lascas por la carne. El corte era perfecto, tirando a gordito. Una pasada, muy recomendable y realmente toda una novedad para mi.
Cocido montañés, como fin de almuerzo, ya que es uno de los platos típicos de la región y cualquiera que se precie debe tenerlo en su carta. En Trastévere también contemplan esta cocina tan tradicional que nos ha acompañadao en nuestra tierra durante generaciones. Y como no podía ser de otra manera el cocido estaba para quitarse el sombrero, un compango ligero que es como se cocinaba por la zona y unas alubias de gran sabor, justas de berza y con un caldo bien ligado. Un cocido montañés de libro y de diez.
De postre… os dejo la foto y no pieso deciros qué es, ya que deberiais descubridlo por vosotros mismos, ya que el postre de por sí merece la visita.
A la comida me invitó el otro comensal por lo que no puedo enseñaros la nota, pero viendo la carta os puedo asegurar que ronda la media de la zona. La atención es estupenda por parte de nuestra amiga gallega y Rubén lo borda en la cocina. Es de visita obligada en la zona, aunque hay más sitios con mucha calidad, este es de los que sobresale.
