Hemos Comido…en la Puentecilla, en Oruña de Piélagos, donde hace ya un tiempo que oficia Paco Sánchez Vallejo, antiguo conocido de Mode.

Agosto 2017. La cocina de Paco Sánchez Vallejo tiene impronta de calidad, le había perdido la pista desde su abandono del restaurante que regentaba en Suances, Mode, un lugar muy de mi agrado  donde disfruté de varias jornadas gastronómicas.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

La Puentecilla es un lugar que mantiene un menú de alta calidad con buen precio, por lo que resulta complicado encontrar mesa a lo largo de la semana, la carta no es muy extensa pero con unas elaboraciones muy cuidadas. En esta ocasión comimos a la carta seis comensales como comida de inicio de vacaciones, todos compañeros de trabajo.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Uno de los comensales asiduo del lugar nos sorprendió con un vino que yo no conocía y que resultó muy a mi gusto aún no siendo muy amigo de los tintos y menos de la mayoría de los Ribera de Duero. El vino, un Figuero 12 de Tempranillo.

Rojo cereza picota intenso. Entrada ligera, redondo con suaves taninos aterciopleados un final largo y persistente, aromas frutales intensos, muy goloso, un acompañante de lujo para esta comida. 

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Nos sirvieron un aperitivo que ya nos hacía presagiar un comida de lujo, un gazpacho muy bueno y unos boquerones con tomate también deliciosos.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Compartimos tres entradas. Un carpaccio que resultó todo un espectáculo, un corte no excesivamente fino, acompañamiento de frutos secos y queso, perfecto, el marinado muy justo, me hubiera comido el plato entero y más.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Unas rabas, algo que no puede faltar en una reunión de cántabros, siempre las pide alguien, muy buenas por cierto, con una buena y clásica fritura.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Y un steak tartar al que uno de los asistentes está abonado, del cual pedimos una racion para compartir y él se tomó otra como segundo plato. Sí estaba bueno, pero yo soy de steak más naturales, básicamente carne, sal y aceite. Pero siendo realistas este estaba muy bueno.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Tomé bacalo al pil pil. Dos buenísimas tajadas de lomo con una cocción perfecta y un pil pil con un notable aceite de oliva y una gelatinosidad de libro, de los mejores que he tomado ultimamente.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Otros de los comensales tomaron entrecote, que a la vista queda en la fotografía, muy de su agradao aunque este comensal lo pidió muy hecho, otros lo pidieron al punto y salió tal cual.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Otros comensales tomaron rape en su jugo con ajos tiernos y langostinos, quedando más que satisfechos. Una elaboración con una pinta buenísima, muy bueno según los que se decidieron por esta ración.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Los postres, todos elaborados en casa, los compartimosa entre los comensales.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Hicimos una visita a Paco en la cocina que después nos devolvió en la mesa, estuvimos un rato charlando.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Para cerar el círculo unos cubata y otros gin tonic.

Restaurante La Puentecilla Oruña de Pielagos

Muchos preguntarán por la factura pero entre nosotros hay un RÁPIDO y habitual del lugar que, a parte de ser compañero de trabajo es uno de los accionistas de la empresa y que la mayoría de las veces nadie sabe como se las arregla para pagar sin que nos enteremos y esta vez no fue excepción.

Por El Mule

 

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