Hemos Comido…en Everest 2, este es un lugar único que marca la diferencia con el entorno.

Julio 2017. A la hora del vermut está repleto de una mezcla de gente que bien termina de desayunar, comienza a comer o sencillamente toma el vermut. La razón muy sencilla, tienes todas las opciones a mano. ¿Qué te apetece? Un marianito preparado para empezar, o prefieres un cava o Champagne: un Moet o un Veuve Clicquot, o sencillamente un buen blanco de Cantabria o Rueda o un Mencía, todo a mano con una bodega increible y perfectamente atemperados.

Everest 2 restaurante Laredo

El vermut preparado es único, en coctelera, servido y listo, logra que un vermut mediocre como un Martini resulte de lo más atractivo al paladar. O un Champange mañanero, una manera muy cosmopolita de empezar la mañana, quien dice Champagne dice cava, lo mejor de todo es que tienes donde elegir y a un precio moderado.

Everest 2 restaurante Laredo

El funcionamiento del lugar está claro, la cocina todo el día a tope rellenando el expositor de pinchos, pues caen como moscas, gildas, bonito, bacalao y un largo etcétera de opciones, a la vez que acomete el servicio de raciones de picoteo y elaboraciones para el restaurante, y por otro lado la barra sirviendo toda suerte de combinados y vinos. La verdad es que da gusto entrar en el lugar y encontrarte con este ambiente.

Everest 2 restaurante Laredo

Esta última vez me encontré con una cámara de maduración donde reposaban un lomo bajo y un chuletero de tudanca, esperando a que algún comensal se sintiera atraido por su aspecto (porque yo ya había reservado a comer en otro lugar… que si no cae fijo).

Everest 2 restaurante Laredo

Para acompañar al cava tomé un picho muy típico del Everest 2, el bacalao. Crudo con un sofrito de ajo picadito y crujiente. Este pincho es puro vicio, la textura en lascas del pescado, tersa, con el sabor que toma el aceite del ajo, no muy potente, por cierto, pero justo. Como me dejen empiezo y no paro hasta que me acabo la bandeja donde reposan. Delicioso, y con el cava son uña y carne.

Everest 2 restaurante Laredo

No me había percatado, pero sonó una voz desde detrás de la barra:» Jesús, ¿te apetecen unos jibiones recién pescados? ¡Pues claro!» Aún a sabiendas que después de este lugar teníamos reservada mesa en otro restaurante, pero qué le vamos a hacer, me pudo la gula y como dice el refrán: Más vale pajaro en mano que pollo en fotografía.

Everest 2 restaurante Laredo

Jibión vivito y coleando, elaborado en primera cocción y sin limpiar, tal cual se come este cefalópodo, algo de cebolla parte y alguna reducción a modo de decoración que no mancilló el cuerpo de los maganos. Experiencia mística, la primera del año, de mi cefalópodo favorito. Si está claro que cuando todos los depredadores marinos buscan como locos a estos maganos es por algo, en mi entender por que saben a mar. 

Cada vez que me voy de este lugar parece que hace una eternidad que he estado aunque haya sido el día anterior.

Por El Mule

 

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