El Centro de Investigación y Formación Agrarias (CIFA) de la Consejería de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, en colaboración con los productores celebro el pasado sabado 1 de febrero la II Cata de vinos experimentales de Liébana.
Elaboraciones procedentes de las bodegas de algunas explotaciones de Cantabria, participantes en el programa experimental vitivinícola que, desde el CIFA se desarrolla en nuestra región. Estos vinos son resultado de un minucioso proceso que se inicia con un seguimiento agronómico de los viñedos de las fincas colaboradoras y un control de la evolución de la maduración de la uva, permitiendo conocer así el momento óptimo de vendimia, y finaliza con un esmerado proceso de vinificación, para la obtención de los vinos experimentales.
Todo ello forma parte de un proyecto de investigación que se viene desarrollando desde el año 200 de las 35 variedades de uva iniciales en experimentación permanece en estudio tan solo la variedad Carrasquín, habiéndose dado por cerrados los ciclos experimentales del resto.
Se realizó una cata dirigida por el enólogo Raúl Pérez Pereira en la que los titulares de las fincas colaboradoras y otros vitivinicultores de Cantabria, técnicos y profesionales del sector, debatieron sobre los caldos obtenidos y los detalles de la campaña vitícola y vinícola que los han originado permitiendo mejorar las técnicas de cultivo y de elaboración de vino, como forma de apoyo al sector.
El Centro de Estudios Lebaniegos, fue el incomparable escenario de la II Cata de Vinos experimentales de Liébana, que contó con la presencia de la Consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, de Javier Gómez, alcalde de Potes; Benito Fernández Rodríguez, director del CIFA de Cantabria y los enólogos, Lidia Coca y Raúl Pérez.
El objetivo principal de la cata era, por un lado, la evaluación del vino de la variedad Carrasquín, actualmente en experimentación, para conocer las características fisico-químicas y organolépticas específicas de la variedad, y por otro lado la evaluación de otros caldos elaborados en esta campaña, mediante determinadas prácticas enológicas, novedosas o alternativas en la comarca lebaniega, con distintas variedades.
Se evaluaron once vinos, diez de ellos elaborados en Liébana. Los vinos catados fueron un crianza sobre lias, con un 85 % de Godello y un 15 % de Gewurztraminer, de la cosecha del 2012, un vino blanco, que fue el invitado en la cata, de la Denominación de Vinos de la Tierra Costa de Cantabria; un carrasquín, de la cosecha del 2013; un mencía de Frama, de la cosecha de 2013; un mencía de cepas viejas con raspón, de la cosecha de 2013: un mencía en un 85 % y tempranillo, en un 15 % de la cosecha de 2012; un syrah; un mencía de Trillayo, de la cosecha de 2013; un tempranillo, de la cosecha de 2013; un mencía de Tama, de la cosecha de 2013; un San Julián, con mencía, en un 70 % y palomino, en un 30 %, de la cosecha de 2013, y por ultimo un tostadillo de Liébana, realizado con la variedad de Palomino.
Raúl Pérez es el enólogo con más proyección de nuestro país. Artífice del alto nivel de calidad que hoy ofrecen los tintos de El Bierzo, se ha hecho un hueco en la línea de vanguardia de la enología internacional. Pocos enólogos elaboran tantos vinos y tan diferentes.
Es el viticultor-consultor-enólogo-creador de vinos más mediático del país. Sus vinos se discuten en los foros de Internet y se buscan por todas partes. Sus etiquetas se producen en cantidades limitadas, a menudo alrededor de las 1.000 botellas. Hace vinos propios, pero también para otros. Trabaja en diferentes regiones, principalmente en el noroeste (Bierzo, Ribera Sacra, Monterrei, Rías Baixas, Asturias y Valdevimbre), pero también en Madrid o Portugal.
Un placer disfrutar de su conocimiento durante la cata.
Por El Mule